Vida en la ciudad

El afrohouse en Barcelona: bailes, beats y sudor con estilo

Cuando piensas en fiesta en Barcelona, lo típico que viene a la cabeza es reguetón hasta las 6am, electrónica en la playa o techno alemán en un sótano. Pero hay un rincón (bueno, varios) donde los ritmos laten diferente. Donde el tambor manda, el alma se mueve sola y nadie te mira raro si bailas como si te hubiera poseído un espíritu feliz. Estamos hablando del afrohouse, esa joya musical que está montando fiestones en BCN como si estuviéramos en Luanda.

Macarena Club: pequeño pero con alma africana

No, no es por la canción (gracias a Dios). Macarena Club es una mini discoteca en pleno Gòtic que parece un secreto a voces. Pequeña, oscura, con techos bajos y un sonido brutal que te entra por el esternón. No siempre hay afrohouse, pero cuando lo hay… se lía.

Los DJs suelen ser locales o internacionales con alma africana. Una vez entré sin saber a qué iba, y acabé sudando al lado de un chico de Costa de Marfil y una chica belga que bailaba como si no existiera el lunes. Lo bueno: el ambiente es real. Nada de postureo, solo música, baile, y cero vergüenza.

La Terrrazza: beats africanos bajo las estrellas

En verano, si te gusta el aire libre y los sonidos tribales con bombo elegante, tienes que ir a La Terrrazza, en Poble Espanyol. Este lugar es como una rave chic. Se baila entre árboles, columnas romanas falsas y luces que parecen sacadas de un videoclip.

Aquí, a veces, montan noches de afrohouse que son un ritual. El DJ pone un beat que empieza lento, como si estuvieras en una ceremonia ancestral, y de repente estás bailando con extraños que te sonríen como si os conocierais de otra vida. Ojo: las copas son carillas, pero el viaje espiritual vale cada euro.

Input: tech-afro vibes con sonidos profundos

Vale, Input es conocido por su electrónica seria, de esa que pone cara de concentración a los que bailan. Pero algunos domingos y eventos especiales se transforma. El afrohouse entra por las grietas de la pista y la cosa cambia.

Aquí el afrohouse es más profundo, más tribal, más místico incluso. A veces no sabes si estás en una disco o en un ritual en el Amazonas. Luces oscuras, humo, tambores digitales, y un subwoofer que te ajusta la columna vertebral. Perfecto para almas que quieren flotar y sudar a la vez.

Fiestas secretas y eventos voladores

Barcelona también tiene su lado clandestino. Hay fiestas de afrohouse en pisos enormes, rooftops secretos y hasta en barcos. Algunas se anuncian en Instagram, otras te llegan por WhatsApp, y muchas se hacen en lugares que no sabías que existían. El plan es: busca, pregunta, y cuando menos te lo esperas, estás bailando en una azotea en Poblenou con vistas al mar y un DJ de Angola pinchando algo que no sabías que necesitabas escuchar.

Aquí no se viene a hacer stories. Se viene a sentir el beat, a sudar bonito y a perder el control de forma elegante.

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